martes, 20 de noviembre de 2018

Científicos Canarios

Mientras que a Antonio González le gustaba definirse a sí mismo como un «mago de Los Realejos», Telesforo Bravo era conocido como «el hombre que hacía hablar a las piedras». Si preguntamos a nuestros jóvenes quién es el padre de la Física española o quién fue el primer ingeniero universal es muy probable que ninguno llegue ni siquiera imaginar que se trata de dos canarios: Blas Cabrera (que aparece en la fotografía sentado con Albert Einstein) y Agustín de Betancourt. Ellos son cuatro de los ocho científicos canarios cuyas vidas personal y profesional se ven reflejadas en la colección de Biografías de Científicos Canarios, coordinada por Francisco Martínez y Emigdia Repetto.


Encender un transistor, usar una maquina de vapor, recibir mercancías en uno de nuestros puertos, entender el origen de las islas, los movimientos tectónicos, entender qué es el Alzheimer, o usar productos naturales extraídos de las plantas, son hechos que se dan por asumidos por la sociedad actual, en cuyo origen hubo uno de nuestros científicos canario.
Los ocho primeros nombres de las Biografías de Científicos Canarios homenajean a aquellas mentes, nacidas en Telde, Las Palmas de Gran Canaria, Arrecife, Los Realejos, La Laguna y el Puerto de la Cruz.
Se debe promocionar la importancia de los investigadores nacidos en estas islas y de promover su conocimiento y de conformar en las islas una red de centros de primer nivel que impidan que muchos de los investigadores de primera línea con que cuentan estas islas se vean obligados a marchar a un destino donde ejercer su profesión.


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